Definitivamente nos hemos vuelto majaretas. Se nos ha ido la cabeza pero mucho, muchísimo. Pensaba que la esfera vitivinícola no toleraba ya ninguna extravagancia más pero no. Resulta que, como si fuese un ejercicio de “a ver quién la suelta más gorda” volvemos a superarnos seguimos con curiosidades en el mundo del vino.
Cuando salió a la venta aquel winebra -una mezcla de camelback y sostén- creía que habíamos tocado techo. Sin embargo, ahora me entero que en Japón se comercializa un vino para gatos y se me saltan las dioptrías. Que si, que si, como lo oís. La empresa nipona “B&H Lifes” lo ha hecho posible.
El Nyan Nyan Nouveau es un “vino” que está elaborado con Cabernet- Sauvignon, con no sé cuántas hierbas y, además, está enriquecido con vitamina C, para que los misinos se lo pimplen a gusto y no les falte el aporte vitamínico necesario. Los dueños de las mascotas no tendrán que preocuparse por las turcas de sus felinos porque es una bebida sin alcohol. Menos mal. Calcula el esperpento de entrar en casa y ver al gato de lado a lado por el pasillo.
Según tengo entendido es un proyecto en fase de prueba -menos mal- y tan sólo se han elaborado mil unidades. Por cierto, se venden a cuatro dólares la botella.
Los perros no se quedan al margen porque también tienen sus propios bebercios. La empresa británica Bark Vineyards -literalmente ladridos y viñedos- ha creado una línea de productos que imitan al vino. Tampoco tienen alcohol así que no hay por qué preocuparse de la melopea canina. La gama es bastante amplia ya que los varietales que se comercializan son Barkundy, Sauvignon Bark, Pinot Leashero, Meowlot y White Sniff-n-Tail. Eso sí, cada botella de 37,5cl cuesta 13 dólares y la de 75cl, la estándar, unos 20.
Yo tengo mascota y procuro ser objetivo. Aunque sabiendo que hay peluquerías, prendas de alta costura, hoteles especializados y demás historias para las mascotas tampoco me extraña que haya dueños que quieran complacer a sus animales de compañía con una copita de tinto.