Desde hace un tiempo existe una discusión o debate acerca de los corchos de vinos, o mejor dicho sobre los tapones de las botellas de vino. El asunto es que frente al corcho de toda la vida, han ido aflorando otros tipos de tapones que como defienden algunos y critican otros, podrían ir ganándole terreno sin perder en calidad.
Y es que frente a los corchos de vinos de toda la vida ahora podemos encontrar diferentes tipos. Así encontramos los tapones de corcho, los sintéticos o los de rosca. Cada uno de ellos tiene sus propias características suponen ventajas o inconvenientes en cada uno de los casos.
- Tapones de corcho: Los corchos de vinos que conocemos tradicionalmente y los que consideramos de toda la vida, son eso mismo, tapones de corcho realizados a partir de la corteza del alcornoque. Se trata de un producto natural, ligero que también se caracteriza por su elasticidad, resistencia, porosidad y compresibilidad. Además, no aporta aromas propios al vino, ni textura, ni color, se limita a sellar la botella. Además por sus características facilita la conservación del vino en la botella.
- Tapones sintéticos: Los tapones sintéticos surgieron a finales de los años 80 como alternativa a los de corcho natural. Estos tapones están elaborados con polímeros y rellenos de un material termoplástico con cualidades elásticas. Una de sus ventajas además puede ser el coste.
- Tapones de rosca: Además de los corchos de vinos y los tapones sintéticos también se han vuelto a poner de moda los tapones de rosca que, generalmente, están realizados en aluminio.Aquí en España todavía no están del todo bien vistos, pero en países como Estados Unidos o Australia su uso está muy extendido.
Como veis cada uno de los tipos de tapones de vino tiene sus propias ventajas e inconvenientes a gusto del consumidor.
En Barrica Creativa, no nos mojamos, nos gustan vinos con todos estos formatos.