Esta semana hemos visitado una catedral, no es la de Santiago de Compostela ni la de Burgos, ni siquiera tiene carácter religioso, pero sí es la catedral del vino y el diseño por excelencia en España. Hemos estado en las bodegas Marqués de Riscal en Elciego. Toda una Ciudad del Vino, como definen desde la propia bodega, y a la que en Barrica Creativa hemos denominado “catedral” por varios motivos.
Por una parte catedral del vino porque ¿quién no ha bebido en algún momento de su vida una botella de Marqués de Riscal? Desde 1858, año de la fundación de la bodega, se han ido elaborando estos caldos que son sinónimo de calidad y buen gusto. Muestra de ello lo que ellos mismos denominan “La Catedral” de la bodega, donde se guardan botellas de cada una de las añadas desde 1862 hasta la actualidad, y sí, allí nos han llevado.
Y como os decíamos, la Ciudad del Vino de las bodegas Marqués de Riscal es también catedral del diseño porque sólo hace falta decir un nombre , “Gehry”, para conocer la magnitud y la calidad del edificio que se inauguraba hace 10 años. Firmado por el afamado arquitecto ahora alberga un hotel con todo tipo de estrellas, desde las Michelín en el restaurante hasta las que marcarían su categoría.
El diseño de Gehry no está pensado al azar y es que en las bodegas Marqués de Riscal no se da puntada sin hilo, todo tiene su explicación y todo funciona como una gran maquinaria en la que cada una de las piezas encaja a la perfección con la siguiente, tal y como los propios trabajadores de la bodega describen.
Pero vamos a lo que vamos, nuestra visita, y es que entrar en Marqués de Riscal es una experiencia en toda regla. Llegamos a Elciego y a lo lejos, desde la carretera, distinguimos las formas imposibles de las láminas superiores del edificio de Gehry que tanto lo caracterizan. Unas láminas cuyos colores, rosa, dorado y plateado están inspirados en los colores de la botella de Reserva de Marqués de Riscal, rosa por el vino, plateado por la cápsula y dorado por la malla. Un vino que por cierto hemos catado, pero vayamos por partes y ahora toca contar nuestra experiencia.
Como todo visitante somos muy bien recibidos y los anfitriones no se cansan ni de responder nuestras preguntas de aficionados, ni de enseñarnos todos y cada uno de los recovecos de la “ciudad” y explicarnos los diferentes procesos que se llevan a cabo para elaborar sus caldos. Y es que son 240 trabajadores (entre las sedes de Elciego y Rueda) los que hacen posible la producción de esta gran bodega que exporta el 65% de la misma a 110 países diferentes.
Visitamos las diferentes zonas de la bodega donde conviven edificios de los siglos XIX, XX y XXI, muestra de la continua adaptación de la misma a los diferentes tiempos, nos explican todo el proceso de fermentación, los mecanismos utilizados, las salas de barricas, la zona de embotellado y empaquetado y como os comentábamos antes, uno de los lugares más especiales, lo que ellos denominan la “catedral” y donde se guardan bajo llave botellas de todas las añadas desde la primera, de 1862, hasta la actualidad. Botellas que no tienen precio porque no se venden.
Hacemos un alto en el camino antes de conocer las entrañas del edificio de Frank Gehry, y qué mejor que degustando un blanco verdejo y el emblemático Reserva de Marqués de Riscal.
Nos vamos acercando al edificio de Gehry y para nuestra sorpresa, se celebra una boda, y es que ¿se puede elegir un lugar mejor?
Rodeándonos un paisaje de viñedos y el pueblo de Elciego con su iglesia al frente, vamos recorriendo diferentes terrazas, biblioteca, restaurantes, habitaciones y demás espacios que sólo nos hacen emocionarnos y pensar la gran experiencia que podría ser pasar un fin de semana en la Ciudad del Vino de Marqués de Riscal. Vino, gastronomía, cultura, arquitectura, diseño, salud… ¿se puede pedir más?
Si visitan la Rioja Alavesa no lo duden, en las bodegas Marqués de Riscal tienen su destino 10, como los 10 años que ha cumplido la emblemática obra del arquitecto Gehry y que se ha sumado a los atractivos de la bodega.
Y ya les avisamos, esto es sólo un avance de nuestra visita para ir abriendo boca, próximamente… ¡MÁS”!