Sabemos que la etiqueta de un vino es su primera carta de presentación y, además, está demostrado que una vez que coges la botella porque su diseño te ha gustado, comprarla es el siguiente paso. Hoy desde la barrica más creativa os traemos un novedoso diseño de etiquetas… ¡que se mueve!
No hablaremos de vino como tal, sino de una mezcla muy tradicional que surge tras la maceración del vino con botánicos y que da como resultado el vermú más clásico. Con casi doscientos años de dedicación a la elaboración de vinos a granel desde Morata de Jalón, el protagonista de esta historia es Turmeon, con el que se ha conseguido saltar de la tradición a la vanguardia de la mano de un diseño de etiquetas muy peculiar.
Turmeon (“turn me on”, enciéndeme en inglés) es el nombre que se ha utilizado para dar nombre a este vermú que se mueve, o más bien cuya etiqueta se mueve convirtiéndose en la primera en el mundo en hacerlo. Aparentemente y en un primer golpe de vista, el diseño de la etiqueta de esta botella puede considerarse habitual e incluso aburrido, pero todo cambia cuando la mueves o la haces girar, ¡la etiqueta cobra vida y el efecto comecocos se vuelve real!
Este efecto óptico plasmado en el packaging de un licor tan clásico como el vermú se ha conseguido gracias a la colocación de bandas de plástico superpuestas. Parece sencillo, pero hasta el momento a nadie se le había ocurrido, y es por esto que Turmeon ha conseguido comercializar la primera etiqueta en movimiento del mundo.
En Barrica Creativa nos había impactado el diseño de etiquetas coloridos, horteras, feos, primaverales… pero hoy podemos sumar a esta lista, los diseños en movimiento.
A vosotros, ¿qué os parece?