Las etiquetas de vino más creativas
La etiqueta de las botellas de vino, al igual que de otros productos, es un elemento fundamental para el éxito del producto. Y aunque no se puede juzgar un vino sólo con la etiqueta, desde luego que es una buena forma de llamar la atención, de atraer al buen aficionado al vino.
Château Mouton Rothschild. El principio de todo
El año 1924 se tiene marcado como hito en el que se revolucionó el diseño de etiquetas de botellas de vino. Ese año, el barón Philippe Rothschild, propietario de la afamada bodega de Burdeos Château Mouton Rothschild, decidió encargar la creación de la etiqueta de uno de sus vinos al artista Jean Carlu. El pintor francés decidió hacer una relectura del emblema de la bodega en el que aparecen dos machos cabríos. De esta forma, las etiquetas se convirtieron en un nuevo lienzo en el que los mejores artistas podían plasmar su arte.
Hubo un tiempo muerto entre esta primera etiqueta y la siguiente que llenaría de arte los vinos de Rothchild. Hasta 1945, no se volvió a retomar la costumbre de adornar con arte sus vinos. De nuevo un artista francés, Philippe Jullian, fue el responsable de diseñar una etiqueta con una gran V, como celebración de la victoria aliada sobre la Alemania nazi. Desde ese año, no han faltado artistas a la cita con las etiquetas de Château Mouton Rothschild. Picasso, Dalí, Lucien Freud, Jean Cocteau, Kandinsky, Chagall, Bacon, Tàpies, Barceló, entre otros muchos pintores, han sido los encargados de poner su arte a este vino de Burdeos.
Philippe Rothschild y su bodega Château Mouton Rothschild fueron los primeros en descorchar la posibilidad de unir arte y vino.
Vega Sicilia. Pintores españoles para un vino único
Desde 1960, esta famosa bodega española situada en Valbuena de Duero (Valladolid), compra obras de arte de pintores españoles que luego reproducen en sus botellas de gran formato de su vino Único. Esta iniciativa partió de su presidente, David Álvarez, que cada año se encargaba de comprar un cuadro para este fin. Estas obras pictóricas, además, estaban destinadas a formar una gran pinacoteca que se guarda en las paredes del palacete de Vega Sicilia.
Rafael Zabaleta, Antonio López, Manuel Losada o Isabel Guerra han sido alguno de los artistas españoles cuyas obras han vestido los vinos y muros de Vega Sicilia.
El alma de Miquel Barceló en Son Negre
Una pequeña bodega mallorquina de la localidad de Felanitx, Ánima Negra, cuenta con el arte de Miquel Barceló para diseñar las etiquetas de sus exclusivos vinos Son Negre. Toda la esencia del artista mallorquín en las etiquetas de unos vinos que han llegado a obtener 94 puntos Parker. Da la casualidad que Barceló es vecino de esta bodega y la cantera de la que saca el material para sus obras limita con los viñedos. Peces, cráneos, ojos, seres fantásticos protagonizan las obras de arte de Son Negre.
Pero no es la única etiqueta de vino que ha creado Barceló. También es el responsable de la imagen de un vino de coleccionista D. O. Rioja que lleva como nombre su apellido, Barceló. Un autorretrato barceloniano que asemeja a un árbol. Este vino de autor iba dentro de una caja de madera también diseñada por Miquel Barceló con la técnica del pirograbado.
EnArte en el Somontano de Huesca
Las bodegas de la D. O. Somontano Enate lo tenían claro. Querían que el arte no quedara solo dentro de la botella, también debía vestirla, ser una escultura de Arte Contemporáneo. Sus etiquetas son conocidas y reconocidas por los amantes del buen vino y del arte.
La primera etiqueta de Enate con esta filosofía fue realizada por el pintor aragonés Antonio Saura. Desde entonces, José Beulas, Salvador Victoria, Antoni Tàpies, José Manuel Broto, Víctor Mira, Pepe Cerdá, Alberto Carrera, Frederic Amat, Vicente Badenes, Alberto Duce, Eduardo Arroyo, Mapi Ribera, Carmen P. Ramírez, Gustavo Torner, Vicente García Plana, José María Subirachs, así como un buen puñado de artistas nobeles, han sido los encargados de poner su talento al servicio del vino de Enate. Gracias a esta iniciativa, Enate ha logrado reunir una importante colección pictórica de grandes artistas.
En 2011, Enate ideó las “Etiquetas Imposibles”. Su Reserva 2004 Cabernet Sauvignon se convirtió en un lienzo en blanco para que, aquel que lo degustara, plasmara sus impresiones y sensaciones tras catar este vino.
Muchas otras bodegas, muchos artistas han sido los responsables de grandes etiquetas de vino que ahora son obras de arte. Una forma de dar otro valor a las botellas de un producto que es arte en si mismo.
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