… se llama Mariano y es «de vino».
El presentador del programa “Chino-Chano” de Aragón TV está vinculado con el mundo del vino desde varias décadas. Es una de sus grandes pasiones que le viene de familia y tiene una estrecha relación con él ya sea escribiendo en prensa especializada, viajando entre viñedos o interviniendo en catas, ponencias y otros eventos afines a descorches y sorbos. A partir de ahora colaborará con Barrica Creativa, pero antes de que lleguen sus artículos de opinión, conozcamos algo más de este personaje, cosecha del 75.
¿Quién es Mariano Navascués?
Pues un tipo de Cariñena, que intenta ser normal, que está a punto de cumplir los cuarenta, que es padre de los dos hijos más guapos del planeta, que le gusta el heavy metal, que no hizo la mili por miope, que suele correr por el monte, que le pirra el vino, que hace lo posible por hacer bien su trabajo, que aspira a ser buena persona, que es aprendiz de mucho y maestro de nada… lo típico.
¿Cómo llegaste al mundo del vino?
El vino estaba en mi casa antes de que yo naciese. Mi padre y mi hermano son enólogos –y mi abuelo fue bodeguero- y elaboran en distintas zonas del país. Siempre se ha respirado vino en la familia y mi relación con él comenzó desde muy pequeño. De manera profesional aterricé en 1997, cuando empecé a trabajar como asesor de comunicación y marketing vitivinícola, y aunque empecé tarde a catar lo cierto es que no ha habido semana que no haya descorchado algo.
¿Fue una introducción gradual o por el contrario repentina?
De sopetón diría yo. Había mirado al vino siempre de reojo y de un día para otro comencé a familiarizarme acompañando a mi padre, pisando la viña de vez en cuando, probando alguna cosilla… contar con maestros en casa es algo que permite tener un aprendizaje constante. Cuando sea mayor me gustaría ser como ellos porque aman el vino como nadie.
¿Y tu primera cata seria?
En 1994. El típico curso de iniciación básico y necesario para empezar a adentrarse en esto del vino. Se lo recomiendo a cualquiera porque, además de despertar una inquietud hacia él, sirve para organizar un poco los esquemas y saber por dónde caminas. Obviamente hay que seguir sumando y enlazar avanzados con específicos y así sucesivamente. La formación es fundamental. Y muy placentera, porque el vino mola mucho por sí sólo.
Pero tú no eres ni enólogo, ni sumiller…
En realidad mi formación está relacionada, sobre todo, con el mundo de la comunicación. Teniendo dos enólogos en casa era demasiado sumar un tercero. Respeto muchísimo ambos oficios y mira, lo de la sumillería nunca lo descarté. Pero preferí tirarme hacia el marketing. Siempre me ha ido eso de la creatividad vinculada con el vino. Lo de escribir vino después y eso que tampoco soy periodista.
¿Qué te aporta el vino?
Sobre todo grandísimos momentos. Me encanta probar cosas nuevas puesto que me considero absolutamente infiel en lo que a vinos, zonas y marcas se refiere.
Y, ¿cómo lo interpretas?
Vino es igual a placer, así de sencillo. Siempre digo lo mismo. Me encanta el vino como elemento capaz de producir placer. Intento aprender todos los días, disfruto mucho y, además, tengo la suerte de difundir mis experiencias en blogs y publicaciones especializadas.
A partir de ahora también estás en Barrica Creativa
Me hace especial ilusión poder contar mi visión vinatera en este proyecto. La imagen y la comunicación que rodea al vino es algo que me apasiona y, por esta razón, creo que es la plataforma apropiada.