Este fin de semana en Barrica Creativa ¡nos hemos ido de cata!, y cuanto menos ha sido una cata de vinos realmente original. Bajo el título de “Metal & Wine”, el Infiernos, uno de los locales míticos de rock heavy de Zaragoza organizaba una cata en la que el protagonismo se lo llevaron vinos que rinden homenaje a bandas de la historia del metal.
El maestro de ceremonias no podía haber sido mejor, Mariano Navascués fue el encargado de presentar 6 vinos, uno blanco y cinco tintos, elaborados en países tan dispares como Australia, Italia, España o Alemania. ACDC, Kreator, Motorhead, Accept, Slayer y Blind Guardian no suelen ser nombres muy habituales que se encuentren en las botellas de este preciado caldo, pero gracias al Infiernos y Navascués ya los hemos conocido y catado.
El ambiente de la cata, inmejorable, y es que los “heavys” son algo más que melenas, tatuajes y ropas negras. También les gusta el vino y además lo saben apreciar.
En cuanto a los caldos, pues un poco de todo, desde vinos realmente respetables a otros que simplemente sirven como una forma más de merchandising de las bandas aunque la calidad brille por su ausencia.
Y encima de catar vinos, escuchar música y disfrutar de la tarde, nos llevamos las nociones básicas para realizar una cata gracias a Mariano Navascués, que sin tecnicismos ni perogrulladas nos ha acercado un poco más al mundo del vino. Coger la copa por su pie para no calentarlo con nuestra mano y apreciar color, olor y sabor como pilares fundamentales para empezar.
Y gracias también al Infiernos por organizar este tipo de iniciativas de la que además nos vamos ¡con regalo! Una copa serigrafiada para la ocasión y que servirá para recordarnos los buenos ratos de la tarde.
Diseño
El diseño de las etiquetas, el esperado para este tipo de producto evocando a las bandas a las que rinden homenaje cada una de las botellas con las tipografías e imagen de las mismas. Mucho negro, rojo y blanco escapando de colorines y dulzuras.
Los tapones, otra curiosidad de estas botellas, ya que en su mayoría se trata de tapones de rosca escapando del típico corcho tan apreciado en nuestro país. Un sistema que tiene sus adeptos y detractores, pero que cada vez se está generalizando más en toda Europa.
Sin duda, una tarde diferente, entretenida, gratificante y bañada por vino. ¿Se puede pedir algo más? ¡Salud Infiernos y Navascués, repetiremos con vosotros!
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