Si todavía eres amateur en el mundo del vino y no estás totalmente sumergido en este mundo, pero estás en ello, hay una serie de términos sobre vino con los que podrás familiarizarte para poder entender un poco más y desenvolverte en alguna conversación entre “entendidos”.

Hoy en Barrica Creativa hemos recopilado algunos de esos términos que utilizan enólogos, bodegueros y demás especialistas en la materia tanto en catas, como charlas y demás encuentros a los que nos gusta asistir, pero que en muchas ocasiones nos cuesta llegar a entender.

• Acidez. Es una de las características necesarias del vino, guarda y posibilita la duración de los vinos y aporta frescura tanto en nariz como en boca. Todos los vinos son ácidos por naturaleza. Por un lado está la acidez volátil que es la que procede del ácido acético y ayuda al aroma del vino; y la fija o estable que procede del ácido tartárico y cítrico y da armonía al vino. La suma de estas dos da lugar a la acidez total.
• Vino de aguja. Otro de los términos sobre vino que solemos escuchar en alguna ocasión cuando alguien pregunta por un vino, es si tiene aguja. Un vino de aguja se caracteriza por su contenido en carbónico que se percibe en el paladar y en el desprendimiento lento de burbujas al descorchar la botella. El gas carbónico tiene origen en su propia fermentación y da sensación agradable y picante.
• Envero. Se trata del color que cogen las uvas cuando empiezan a madurar generalmente hacia finales del mes de agosto. Las uvas blancas pasan de verde a amarillo y las tintas de verde a rojo azulado. Es uno de los términos sobre vino muy utilizados y que a veces nos puede despistar.
• Envinar. Quizás sea uno de los términos sobre vino más comunes en las catas. Consiste en echar un poco del vino que vamos a beber en la copa, bien para prepararla o para limpiarla de un vino anterior.
• Taninos. Término muy utilizado y escuchado y que a su vez puede ser difícil de comprender. Los taninos son una sustancia de la familia de los polifenoles que aportan color al vino, con una importante acción antioxidante. Se trata de sustancias naturales que están en el hollejo de los racimos de las uvas. También pueden proceder  de la madera de la barrica. Su sabor es fácil de detectar, en boca es astringente y amargo.
• Retrogusto. Sensación  que queda en boca y que permanece después de ingerir el vino.
• Retronasal.  Es la misma sensación del retrogusto, pero referida al olfato.

Ahora, en cualquier reunión alrededor de una botella de vino, ya puedes empezar a utilizar estos términos sobre vino y encima ¡sabiendo lo que significan! (no como otros…)

Si te gusta el vino, en algún momento te habrás preguntado cuáles son las calorías del vino. Toca ponerse a dieta y seguramente esta sea una de las cuestiones que más te preocupen porque no te apetece dejar de beber esa copita de vino que tanto te gusta.

Así que, entre otras curiosidades sobre vino, esto seguro que te interesa. Para empezar habría que determinar de qué tipo de vino estamos hablando, ya que las calorías que contiene varían dependiendo de si se trata de un vino tinto, blanco, rosado, dulce, espumoso, etcétera.

En términos generales podemos decir que las calorías del vino se sitúan entre 100 a 150 Kcal. por cada 15 cl. de vino. Esto viene siendo equivalente a 100 gramos de aceitunas verdes, dos manzanas y un poco más que un vaso de leche entera, ¿no es para tanto no?

El origen calórico del vino procede en su mayoría de los hidratos de carbono liberados durante la fermentación. En general, las bebidas fermentadas contienen un alto contenido de carbohidratos que proceden de las uvas y de los granos de cereal. Durante el proceso de fermentación, las levaduras comen los hidratos de carbono y liberan alcohol y CO2. Los azúcares residuales, es decir el azúcar que no se ha fermentado, es el que contribuye al principal aporte de carbohidratos del vino. Cuanto más seco sea un vino, es decir cuanto menor sea el contenido de azúcar residual de un vino, será más “light”. Por otro lado, los vinos dulces tienen un mayor aporte calórico al contener mayor cantidad de azúcar.

Como os decíamos, dependiendo del  tipo de vino también varían las calorías que contiene. Por cada 15 centilitros, el vino espumoso contiene entre 120-160 kcal, el vino blanco y el rosado entre 110-170 kcal, el vino tinto entre 120-180 kcal y el vino dulce entre 190 y 290 kcal.

Dicho esto, ¿dejamos la copa de vino o no? (Nosotros no)